Vencer al estrés en una mudanza: pequeños consejos

En nuestra opinión, el gran enemigo en cualquier traslado. Pero tranquilo, es posible vencer al estrés en una mudanza y no fracasar en el intento. Solo tenemos que saber cómo, por qué puede aparecer y cómo remediarlo. Si te interesa, lo mejor que puedes hacer es no perderte estas nuevas líneas de nuestro blog. ¡Comenzamos! Recuerda que ofrecemos el servicio de mudanzas en Getxo para ti. No dudes en hacer tu consulta!

Como puedes imaginar, el simple hecho de organizar una mudanza con tiempo ya te liberará de muchísimos quebraderos de cabeza. La planificación es, sin lugar a dudas, una de nuestras principales aliadas. Pero hay muchas más cosas que podemos hacer para anticiparnos a la llegada de los problemas. 

Pautas para superar el estrés en una mudanza

Mudarse puede ser toda una aventura… o un auténtico quebradero de cabeza. Entre cajas, muebles y mil cosas por organizar, es fácil que el estrés se apodere de nosotros. Pero no te preocupes: con un poco de planificación y algunos trucos, puedes convertir tu mudanza en una experiencia mucho más llevadera (¡y hasta divertida!). 

Organiza con tiempo: tu mejor aliado

La improvisación puede ser emocionante, pero en una mudanza mejor no arriesgarse. Haz una lista con todas las tareas pendientes: contratar la empresa de mudanzas, avisar del cambio de dirección, empaquetar por habitaciones… Dividirlo en pequeños pasos te dará sensación de control y evitará que todo se acumule a última hora.

Consejo extra: Marca fechas límite para cada tarea. ¡Te sentirás genial cada vez que taches algo de la lista!

Empaquetar con cabeza (y sin dramas)

Empacar puede ser agotador, pero si lo haces bien desde el principio, te ahorrarás un caos al desembalar. Usa etiquetas claras (colores o nombres de habitaciones) y no llenes las cajas hasta reventar. ¡Tus espaldas te lo agradecerán!

Haz una «caja de supervivencia» con lo esencial para el primer día: cargadores, productos de aseo, ropa cómoda… Así no tendrás que deshacer veinte cajas para encontrar el cepillo de dientes.

Deshazte de lo que ya no necesitas

Una pequeña recomendación que te va a liberar de mucho estrés en una mudanza. Un traslado de hogar es la excusa perfecta para hacer limpieza. ¿Ese jarrón feo que nunca usas? ¿La ropa que lleva años en el fondo del armario? ¡Fuera! Dona, vende o recicla lo que ya no te aporta, y llega a tu nueva casa más ligero y con espacio para cosas nuevas. Cada objeto menos es una caja menos que cargar. ¡Tu yo futuro te lo agradecerá!

Pide ayuda sin miedo

No tienes que hacerlo todo solo. Si puedes, involucra a familiares o amigos para ayudarte con la mudanza (sobornos con pizza siempre funcionan). Y si prefieres quitarte un peso de encima, contar con profesionales te ahorrará dolores de cabeza —y de espalda—. Tu salud mental vale más que intentar hacerte el héroe levantando el sofá tú solo.

Celebra tu nuevo comienzo. Una victoria frente al estrés en una mudanza

Cuando termines, tómate un respiro y celebra. Montar tu nueva casa lleva tiempo, pero lo más duro ya habrá pasado. Pon música, pide comida a domicilio y brinda por esta nueva etapa. Tu hogar se irá llenando de vida poco a poco, sin prisas. Una mudanza es el inicio de un nuevo capítulo. Abraza el cambio con ilusión y disfruta del proceso, porque cada caja desempaquetada es un paso más hacia tu hogar soñado.

¿Listo para tu próxima aventura? ¡Con estos consejos, el estrés en una mudanza no tendrá ninguna oportunidad!

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